Traumatólogo del pie
El pie humano es un mecanismo complejo que funciona independiente de otros componentes del aparato locomotor, lo que obliga a que dentro de la traumatología existan especialistas que conozcan bien su anatomía y su biomecánica.
Su relevancia clínica radica en que es la estructura que soporta todo el peso corporal y en que todas las estructuras que lo componen contribuyen a realizar una biomecánica compleja para poder desarrollar el ciclo de la marcha. Cualquier alteración de dichas estructuras óseas o ligamentarias pueden alterar la marcha, ocasionar lesiones y desarrollar deformidades patológicas que alteren la biomecánica del pie.
La patología más frecuente del antepié es el afamado “juanete” o Hallux Valgus. La deformidad en Hallux Valgus se acompaña de una mecánica anormal del pie, como puede ser una contractura del tendón de Aquiles, una metatarsalgia de transferencia, un pie plano valgo severo o asociarse a procesos inflamatorios artríticos. Cualquier interferencia con el funcionamiento de una parte del pie, puede condicionar una alteración funcional de las partes restante.
Nuestro equipo consta de varios cirujanos especializados en patología del pie y tobillo, que se encuentran en continua formación y actualización, para poder realizar un diagnóstico preciso y proporcionar un tratamiento adecuado e individualizado a cada paciente. Tratamos patologías de retropie, mediopie, y antepie, así como las deformidades congénitas o adquiridas de cada una de ellas y desaxaciones. Realizamos cirugía abierta, cirugía percutánea y cirugía artroscopica.
Así mismo, nos vemos muy comprometidos con las lesiones deportivas, debido su incremento en los últimos años.
Los esguinces de tobillo constituyen el 85% de las lesiones de tobillo, las cuales además representan el 21% de todas las lesiones deportivas. La mayoría de estas lesiones son benignas pero en ocasiones pueden presentar una evolución tórpida, ya que pueden asociarse con lesiones más graves como lesiones del cartílago articular, inestabilidades crónicas por lesiones ligamentarias o lesiones de los tendones perneos, que pasarán inadvertidas si no se tienen en cuenta.
En estos casos es necesario un diagnóstico preciso con pruebas de imagen especificas y contamos con todos los medios para poder realizar un tratamiento menos invasivo. Para ello contamos con la evolución de la cirugía artroscopia de tobillo que nos permite realizar un diagnóstico más preciso de las lesiones articulares (condales y ligamentosas) y que en muchos casos nos permite repararlas artroscopicamente o realizar una reparación mixta asistida por artroscopia, siendo una técnica menos invasiva y con buenos resultados.
