Rizolisis

Rizolisis

La rizolisis es una técnica quirúrgica no invasiva con la que se trata el dolor de espalda. El procedimiento consiste en realizar varias punciones en la zona de la columna vertebral.

La técnica, totalmente ambulatoria, se realiza en poco más de 10 minutos.

Con la rizolisis se busca la denervación de las terminaciones nerviosas que inervan las articulaciones facetarias de las vértebras.

Una de las ventajas más importantes de la rizolisis es que no es necesario el ingreso hospitalario, de forma que el paciente podrá abandonar el hospital en el mismo día del procedimiento. Solo será necesario permanecer en observación durante unos 30-60 minutos antes de recibir el alta.

La rizolisis o rizotomía es un tratamiento muy recomendable para mejorar a medio y largo plazo el dolor cervical, lumbar y dorsal. En el primer caso, el paciente estará tumbado boca arriba, mientras que en los procedimientos para el dolor lumbar y dorsal se colocará al paciente boca abajo.

En la mayoría de los casos, la rizolisis se realiza bajo anestesia local y guiado por una ecografía o rayos X. No obstante, en algunas ocasiones se puede optar por la sedación.

El dolor tratado con rizolisis se origina en las articulaciones zigoapofisarias o facetas. Este dolor, de origen facetario, se nota especialmente al iniciar cualquier actividad tras pasar un tiempo en reposo. A medida que la actividad aumenta, el dolor se va reduciendo poco a poco. Un esguince o latigazo cervical también es una causa habitual de la rizolisis.

Tras diagnosticar la lesión, se aplica un tratamiento conservador para acabar con las molestias. Si este tratamiento no da resultado y las molestias impiden llevar una vida normal, el médico podría aconsejar la rizolisis para aliviar el dolor.

¿Cómo se realiza la rizolisis?

La rizolisis consiste en la denervación o destrucción de las terminaciones nerviosas que transmiten el dolor en la columna vertebral originado por las facetas.

Con rayos X o con una ecografía se encontrará el punto exacto en el que se debe hacer la punción. La aguja envía los impulsos por radiofrecuencia hacia el nervio inervado. Tras comprobar que la aguja se encuentra en la posición correcta, se comienza el procedimiento de la rizolisis.

Es posible repetir la intervención unas semanas después en distintos niveles vertebrales para asegurar que se obtiene el efecto deseado y este se prolonga en el tiempo.

Postoperatorio y recuperación

En la mayoría de los casos, el paciente podrá hacer vida normal desde el mismo día en que se lleva a cabo el procedimiento. No obstante, se recomienda mantener cierto reposo durante los primeros días y evitar realizar actividades que supongan un esfuerzo físico.

Tampoco debes preocuparte si no notas una mejoría durante los primeros días tras la intervención, puesto que muchos pacientes empiezan a notar los efectos de la rizolisis tras una o dos semanas desde la aplicación del tratamiento.

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